sábado, 6 de noviembre de 2010

TEATRO EN EL DIAL

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En el programa en la tarde del sur
Teatro en el dial
La compañía de artes escénicas Circomedia ponen al aire un ciclo de radioteatros por 94.7 FM.

Por Ximena Aleman

¿Qué les parece si vienen la semana que viene y hacen unas escenas?

La idea fue de Héctor Numa Moarés, pero él no lo admite. Los actores estaban promocionando una obra de teatro en el programa radial En la tarde del Sur que conduce el conocido cantautor en Emisora del Sur (94.7 FM). "Fuimos con los seis actores de la obra. Armamos cuatro escenas de dos minutos e hicimos en vivo el radioteatro. Para la gente fue una sorpresa y empezó a llamar", cuenta Leticia Mato, una de las directoras de Circomedia, la compañía de artes escénicas a cargo de revivir el género para esta emisora, que pertenece al Sodre.

-¿Y si empezamos a hacerlo más continuado? -dijo Moraes tras aquella pequeña incursión.

Ellos se entusiasmaron. Comenzó hace tres semanas un ciclo de radioteatros que en formato de unitarios ocupa el segundo bloque del programa los viernes entre las 17 y las 18 horas.

"Yo nunca llegué a escucharlos y nunca pensé que iba a hacer radioteatros. Es como un género que estaba agotado. Pero hay una tendencia a que resurja, porque es un género mágico", añade Mato.

"De un libro podés tener 20 versiones diferentes, con el radioteatro es igual. 20 personas se pueden hacer imágenes diferentes en su cabeza. Eso es lo rico", dice Marta Bolioli, actriz fundadora de Circomedia. La magia reside en la posibilidad de imaginar todo, excepto las voces. Los radioteatros del Sodre en el siglo XXI siguen siendo mágicos, pero distintos.

-¿Qué cambió?

-Antes, el asunto de los efectos era un tema, salían en vivo y en directo. Cantaba un gallo y le apretaban el pescuezo ahí -recuerda, con gracia, Numa Moraes- En Holanda había discos de efectos increíbles. Muchísimos. Un amigo que trabajó diez años en eso tenía una pared llena de esos discos. Tenía grillos de todo el mundo y también había discos de silencio.

- También la sala de radio se preparaba para hacer el radioteatro ahí con los ruidos a mano -complementa Nelson "Cable" Silvera, músico a cargo de los efectos de sonido y la musicalización de los radioteatro- Ahora, con la tecnología, tenemos una facilidad inmensa. Igual trato de no abusar de los sonidos, aunque los tenga todos a mano. Pongo lo mínimo para crear el ambiente.

No es lo único que cambió: para Circomedia es difícil pedirle fidelidad a los oyentes los viernes a las 17 horas. El desafío entonces consiste en desarrollar las historias en un solo capítulo que dura entre 20 y 25 minutos. Para Numa Moraes, esa es una de las cosas más interesantes de esta renovación de la propuesta. Por eso los guiones son originales y también están a cargo de Mato.

-Trato de trabajar historias que estén a la vuelta de la esquina, historias sencillas con las que cualquiera se pueda sentir identificado, abarcar cualquier tipo de público, porque es un público cotidiano. Son historias que están acá, porque uno se enriquece de la vida misma.

-¿Cómo se prepara un radioteatro?

-Se prepara volando. Leticia escribe el guión en la semana, se lo manda a la directora y se corrige. Luego se presenta el guión, se junta el elenco y el mismo día se hace una primera lectura y una segunda, se ensaya, se marcan los efectos de sonido, se entra al estudio de grabación, se graba y se edita, y se le manda a Numa. Todo en 24 horas. Nos encerramos en la tarde temprano hasta la noche. Después, Nelson se queda con el bruto y le agrega los sonidos y la música que él compone especialmente para cada radioteatro porque la música es un complemento que ayuda a que los diálogos luzcan -explica Bolioli.

-¿Qué se necesita para un radioteatro?

-Para la producción se necesitan: los actores, los sonidos y el estudio de grabación. Tenemos a disposición los estudios de Expomúsica que están totalmente equipados. Es un beneficio tener la infraestructura para trabajar, que no es algo fácil de conseguir para todos los grupos. Si tuviéramos que hacerlo en un estudio rentado sería más complicado, porque es un costo de alquiler de estudio -dice Mato- Por ahora es un proyecto independiente, estamos probando. Todo es honorario. Para nosotros es un placer trabajar con Numa o contar con el apoyo de una artista como él. Es mejor que una financiación.

-¿Hay algún tipo de preparación especial para los actores?

-Actores especiales no hay. Los actores de teatro no estamos preparados. La idea es juntarnos con gente que nos empiece a enriquecer por un tema de respeto también al género porque no es un género menor. Cuando empezamos con este proyecto llamamos a Libeth Parra, actriz que trabajó en radoteatros y profesora de la Emad, para que dirija todos los radioteatros que hacemos y corrija los guiones. Yo no me animaba a entrar en este proyecto sin asesorarme con maestros que tengan experiencia en el género porque no es lo mismo. Libeh es una mujer que hizo radioteatros y entiende que los tiempos no son los mismos, que las intenciones vocales y las actuaciones no son iguales -cuenta Mato.

-También conversamos con Guillermo Cresci, que es una persona que tiene muchos años de radioteatro y que se interesó en darnos una mano y en participar como uno de los personajes -agrega Silvera.

-¿Cuál es la diferencia con el teatro?

- En teatro tenés complementos para poder transmitirle al espectador. En radioteatro, es solo la vibración de la voz, el tono lo que le dice al oyente si el personaje está emocionado, feliz, triste. La gente no está viendo absolutamente nada y todo tiene que ser a través de la voz y la intención de la voz, todo el sentimiento corre por ahí. En teatro podés manejar los silencios, o lo gestos: una mirada puede valer muchísimo. En el radioteatro los tiempos son otros- explica Bolioli.

-Es una anulación de sentidos que usamos en teatro. Eso es muy costoso. Contás con herramientas en el teatro que cuando las vas a aplicar en el radioteatro no te sirven -acota Mato.

-¿Porqué revivir el género ahora?

-El teatro está en crisis.Como parte de una nueva generación, yo la vivo, la sufro. En teatro la cantidad de público no alcanza para todas las obras y las funciones. Es un desastre permanente que sufrimos. Hay algo que es real: hay que darle vida a otros géneros. Si bien todos empezamos en teatro hay que abrir otras puntas. Con esta veta estamos llegando a muchísima gentes. Es otro espacio que alcanza a gente que por distancias o costos no puede ir al teatro y nosotros se lo llevamos a su casa. Cuando estrenamos el primer radioteatro hubo un comentario muy lindo que hicieron: "Hacía falta algo así en la radio".


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